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-17- Especulaciones sobre el Caos y el Orden Hace unos días, viendo una serie documental escuché un comentario que me dejó perplejo. El protagonista, un reconocido y excelente bailarín israelí, pero mediocre para profeta, reivindicaba el caos para presuntamente “incorporarlo” en sus coreografías asegurando que éste lo atraía porque, según él, “en el caos encontraba cierto orden”. Cuando en el orden aparecen manifestaciones que comienzan a desencajar, a salirse de su lugar, en este caso hablamos de desorden, el caos, en cambio, no es mero desorden, sino que es la antítesis del orden, la otra cara de la moneda que nunca puede ni podrá encontrarse con su contrapuesta, ni siquiera en su más mínima expresión. Es como decir que en el día puede encontrarse algo de la noche, que en el arriba algo del abajo o viceversa. Esto no tiene que ver con ese espacio incierto e inaprensible de la transición del uno hacia el otro, sino de la esencia de cada uno, o sea, la noche es noche y el día es día, el arriba es arriba y el abajo es abajo. La transición cambiante, o sea, el atardecer o el amanecer, la franja que separa el arriba del abajo también tienen su propia esencia, pero no son ni tampoco poseen algo del uno o del otro, o sea, ni del día o de la noche, como así tampoco del arriba ni del abajo. En la canción Epitafio de King Crimson, escrita en el año 1969 encontramos la siguiente frase profética: “Confusión será el epitafio de la humanidad”. Y en efecto, aunque todavía no es tiempo de enterrar la humanidad, pero sí es cierto que hoy en día todo se relativiza, nada se da por absoluto, ni la justicia, ni la verdad, ni lo bueno, ni lo malo, etc. Sin embargo, argumentamos sobre manifestaciones que, en realidad, no conocemos. Lo que es justo para uno es injusto para otro, lo que para alguien es bueno es malo para el otro…No reconocemos ni aceptamos a la verdad como absoluta y única, sino que damos por evidente que hay diversas verdades o partes de verdad las cuales en un momento pueden colisionar, contradecir una a la otra y paradójicamente transformarse en mentira o falsedad. Confundir el caos con el desorden sería otra confusión que tergiversaría no sólo la concepción del universo, de la vida, sino también tendería a deformar la realidad. Cuando calificamos a una situación o comportamiento como “caos” o “caótico”, en realidad queremos expresar que el orden natural está completamente “patas arriba”, ergo, no es o está meramente desordenado, sino que se trataría de un estado anti-natural. La realidad es que todo lo sabemos de la humanidad, del universo y de nuestro lugar en el mismo es gracias al orden, el orden es el motor y la condición para que SEAMOS y ESTEMOS y, fundamentalmente, para que el universo SEA y ESTÉ. No hay humanidad ni Universo sin orden ni en su esencia, ni su tramado ni en su desarrollo. El orden está presente e implícito en cada manifestación del Universo y de la vida. Seamos creyentes o incrédulos, en todo lo que vemos, experimentamos, investigamos o re-creamos vemos el Orden como el núcleo y entrama de esa realidad. O sea, el orden es vida, el caos no es ni siquiera muerte, porque la muerte también tiene su propio orden, el caos es no-vida, sería la Nada. Pero a la Nada ni siquiera la conocemos, porque también la concebimos, la imaginamos como “algo”. Como así tampoco podemos concebir el infinito ni en el tiempo ni en el espacio. Por más infinito en el tiempo o en el espacio que queramos imaginar, no podemos hacerlo sin “ver” (¿o intuir?) algo desconocido después… tal vez lo veamos como una oscuridad absoluta e impenetrable, o lo contrario, pero en todo caso siempre como “algo”, y a este “algo”, para nosotros desconocido, por ende “inexistente”, tal vez sí podríamos denominarlo Caos… la no-vida; paradójicamente este “algo” sería el “no-algo”. El caos, la antítesis, la carencia absoluta del orden, aparece en prácticamente todas las creencias de la historia humana. En el Genésis de la Biblia está escrito “En el principio, cuando Dios creó los cielos y la tierra, reinaba el caos y no había nada en ella. El abismo estaba sumido en la oscuridad, y el Espíritu de Dios aleteaba sobre las aguas…”. En el Caos no había nada y todo comenzó a ser y estar cuando en la creación el Espíritu de Dios implantó el orden haciendo desaparecer el Caos. Caos y Orden no pueden persistir al mismo tiempo. Desde el Big Bang o sea un punto de vista que descarta a Dios, también podríamos hacernos la pregunta… ¿que hubo antes?, ¿que fue aquello que provocó la gran explosión? En el caso del Big Bang, (que para los creyentes sería el momento mismo de la Creación) es admirable y absolutamente incomprensible para la mente humana como fue dándose en el tiempo y el espacio el proceso de expansión, evolución y progreso de la vida, de la humanidad y el universo desde que éste tenía el tamaño infinitamente más pequeño que un grano de arena hasta el día de hoy. “En griego antiguo, Caos se traduce como «el vacío abierto». En la mitología griega la palabra Caos significa abismo, vacío, y vasto vacío en griego. (¿pero… acaso podemos concebir, experimentar, comprobar el vacío total, absoluto y perfecto?) “Según la Cábala los “sefirot de Tohu” (atributos del caos) son independientes entre sí y por lo tanto no tienen estructura ni orden” “La leyenda de Chaoskampf cuenta de un héroe en batalla que luchó contra el monstruo del caos, generalmente representado en forma de dragón o serpiente. El mito se refiere supuestamente a la batalla entre los poderes del caos y el dios creador. Cuando la deidad triunfó sobre el caos, el resultado fue un mundo ordenado”. Tanto la ciencia como así también en ciertas creencias, especulaciones o intentos de explicar o reivindicar el “Caos” como el principio generador de todo lo existente, lo único que no pueden explicar que hubo antes… o sea, que, quien o como se produjo el Caos que a su vez podría haber sido el origen de Todo lo conocido y desconocido. Las matemáticas, la física, pasando por la filosofía, hasta la psicología tienen sus propias definiciones y explicaciones sobre el Caos, la ciencia lo reivindica suponiendo que “a partir de este que surge la creación, es lo antagónico al orden. Es lo que rompe paradigmas…” (WikiPsicología, Blog sobre psicología y filosofía) A pesar de toda la sabiduría de la que el hombre es capaz, a pesar de todos los avances científicos, las profundidades de la espiritualidad cualquier argumentación sobre temas que nos exceden (evidentemente este también) es deficiente, tiene filtraciones y no se sostiene sobre bases completamente sólidas e irrefutables. La ciencia, la filosofía, la psicología, la religión pueden argumentar, explicar muchas cosas, pero tampoco podemos negar que la comprobación final es la experiencia propia… o sea, ¿alguien estuvo en la Nada, en el Vacío absoluto? ¿Alguien experimentó el espacio o tiempo infinito? ¿Alguien volvió de la muerte? ¿Alguien llegó hasta lo más pequeño o abarcó y conoció el Todo? Así también, cuando creemos que conocemos o experimentamos el caos no es así, ya que lo que conocemos, experimentamos, practicamos es simplemente un desbarajuste del orden, el desbarajuste es el desorden y el desorden es “algo”, no es el caos. El orden, en cambio, desde nuestra pequeñez humana sí lo conocemos, lo experimentamos y lo practicamos.

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-17- Spekulációk a káoszról és a rendről Néhány nappal ezelőtt egy dokumentumfilm sorozat megtekintése közben hallottam egy megjegyzést, ami megzavart. A főhős, a neves és kiváló izraeli táncos, ám prófétához képest középszerű, káoszra hivatkozott, hogy állítólag "beépítse" a koreográfiáiba, biztosítva, hogy ez vonzza, mert szerinte "a káoszban egy bizonyos rendet talált". Amikor olyan sorrendben jelennek meg a megnyilvánulások, amelyek elkezdenek kimozdulni, kimozdulni a helyükről, ebben az esetben rendezetlenségről beszélünk, a káosz ezzel szemben nem puszta rendezetlenség, hanem a rend ellentéte, az érem másik oldala. hogy soha nem találkozhat és nem is fog találkozni az ellenkezőjével, még a legkisebb kifejezésében sem. Ez olyan, mintha azt mondanánk, hogy nappal találkozhatunk valamivel az éjszakából, a fentiekben valami alulról vagy fordítva. Ennek nem az egyikről a másikra való átmenet bizonytalan és megfoghatatlan teréhez van köze, hanem mindegyik lényegéhez, vagyis az éjszaka az éjszaka és a nappal a nappal, a fel és a lent.A változó átmenetnek, vagyis a szürkületnek vagy a hajnalnak, a fentieket az alulról elválasztó sávnak is megvan a maga lényege, de ezek egyikből vagy másikból, vagyis a nappalból sem azok, és nem is birtokolnak semmit. vagy az éjszaka, sem felülről, sem alulról. King Crimson 1969-ben írt Epitaph című dalában a következő prófétai kifejezést találjuk: „A zűrzavar az emberiség sírfelirata lesz”. És valóban, bár még nem jött el az emberiség eltemetésének ideje, az igaz, hogy ma már minden relativizálódik, semmit sem vesznek abszolútnak, nem igazságot, nem igazságot, nem jót, nem rosszat stb. Azonban olyan megnyilvánulásokról vitatkozunk, amelyekről a valóságban nem tudunk. Ami tisztességes az egyiknek, az igazságtalan a másiknak, ami jó valakinek, az rossz a másiknak... Nem ismerjük el és nem fogadjuk el az igazságot abszolútnak és egyedinek, de evidensnek vesszük, hogy vannak különböző igazságok vagy részei. igazság, amely egy pillanat alatt összeütközhet, ellentmondhat egymásnak, és paradox módon hazugsággá vagy hazugsággá változhat. A káosz és a rendetlenség összekeverése újabb zűrzavar lenne, amely nemcsak a világegyetemről, az életről alkotott elképzelést torzítaná el, hanem a valóságot is torzítaná.Amikor egy helyzetet vagy viselkedést „káosznak” vagy „káotikusnak” írunk le, valójában azt akarjuk kifejezni, hogy a természetes rend teljesen „fejjel lefelé” van, vagyis nem, vagy csupán rendezetlen, hanem inkább természetellenes állapot lenne. . A valóság az, hogy mindent tudunk az emberiségről, az univerzumról és a benne elfoglalt helyünkről a rendnek köszönhetően, a rend a mozgatórugója és a feltétele annak, hogy LÉGYünk és LÉGYünk, és alapvetően az univerzumnak, hogy LEGYEN és LEGYEN. Nincs emberiség vagy Univerzum rend nélkül sem lényegében, sem cselekményében, sem fejlődésében. A rend jelen van és benne van az Univerzum és az élet minden megnyilvánulásában. Akár hívők, akár hitetlenek vagyunk, mindenben, amit látunk, tapasztalunk, vizsgálunk vagy újrateremtünk, a Rendet látjuk ennek a valóságnak a magjának és szövetének. Vagyis a rend az élet, a káosz még csak nem is halál, mert a halálnak is megvan a maga rendje, a káosz nem élet, az a Semmi lenne. De még a Semmit sem tudjuk, mert mi is felfogjuk, úgy képzeljük el, hogy "valami". Ahogyan a végtelent sem időben, sem térben nem tudjuk elképzelni.Bármilyen végtelent is szeretnénk elképzelni időben vagy térben, ezt nem tehetjük meg anélkül, hogy utólag „látunk” (vagy megérintsünk?) valami ismeretlent… talán abszolút és áthatolhatatlan sötétségnek látjuk, vagy éppen ellenkezőleg, de mindenképpen úgy, mint „valami”, és ez a „valami”, számunkra ismeretlen, ezért „nem létező”, talán Káosznak is nevezhetnénk… nem élet; Paradox módon ez a „valami” a „nem-valami” lenne. A káosz, az ellentét, a rend abszolút hiánya gyakorlatilag az emberi történelem minden hitében megjelenik. A Biblia Genezisében ez áll: „Kezdetben, amikor Isten teremtette az eget és a földet, káosz uralkodott, és nem volt benne semmi. A mélység sötétségbe borult, és Isten Lelke lebegett a vizek felett... A káoszban nem volt semmi, és minden akkor kezdett létezni és létezni, amikor a teremtésben Isten Szelleme beültette a rendet, és eltüntette a Káoszt. A káosz és a rend nem maradhat fenn egyszerre. Az Ősrobbanásból, vagyis az Istent kizáró nézőpontból feltehetnénk magunknak a kérdést is... mi volt az, ami a nagy robbanást okozta?Az Ősrobbanás esetében (ami a hívők számára a Teremtés pillanata lenne) csodálatra méltó és az emberi elme számára teljesen felfoghatatlan, hogy az élet térben és időben, az emberiség terjeszkedésének, fejlődésének és előrehaladásának folyamata miként ment végbe. és az univerzum, mivel egészen a mai napig végtelenül kisebb volt egy homokszemnél. „Az ókori görögben a káosz azt jelenti, hogy „nyitott űr”. A görög mitológiában a káosz szó szakadékot, űrt és hatalmas űrt jelent görögül. (de... felfoghatjuk, tapasztalhatjuk, ellenőrizhetjük a teljes, abszolút és tökéletes ürességet?) „A Kabbala szerint a „tohu szefirot” (a káosz attribútumai) függetlenek egymástól, ezért nincs szerkezetük vagy rendjük. „A Chaoskampf legendája egy harci hősről szól, aki a káosz szörnye ellen harcolt, általában sárkány vagy kígyó formájában. A mítosz állítólag a káosz hatalmai és a teremtő isten közötti harcra utal. Amikor az istenség győzött a káosz felett, az eredmény egy rendezett világ lett.”Mind a tudomány, mind pedig bizonyos hiedelmek, spekulációk vagy kísérletek arra, hogy megmagyarázzák vagy állítsák a „káoszt” minden létező alapelvét, az egyetlen dolgot, ami nem tudja megmagyarázni azt, ami korábban létezett... vagyis ki, ki vagy hogyan történt a káosz viszont lehetett az eredete Minden ismertnek és ismeretlennek. A matematikának, fizikának, a filozófián keresztül, de még a pszichológiának is megvannak a maga definíciói és magyarázatai a káoszról, a tudomány azt állítja, hogy „ebből fakad a teremtés, ez az, ami ellentétes a renddel. Ez az, ami megtöri a paradigmákat…” (WikiPszichológia, Blog pszichológiáról és filozófiáról) Minden bölcsesség ellenére, amire az ember képes, a szellemiség mélységei ellenére, minden rajtunk kívül álló témában (nyilván ez is) hiányos, kiszivárog, nincs teljesen szilárd és megcáfolhatatlan . Tudomány, filozófia, pszichológia, vallás sok mindent tud vitatkozni és megmagyarázni, de nem tagadhatjuk, hogy a végső igazolás az ember saját tapasztalata... vagyis járt-e valaki a Semmiben, az abszolút Ürességben?Tapasztalta már valaki a végtelen teret vagy időt? Valaki visszajött a halálból? Valaki elérte a legkisebb dolgot, vagy átölelte és megismerte az Egészet? Ugyanígy, amikor azt hisszük, hogy káoszt ismerünk vagy tapasztalunk, az nem így van, hiszen amit tudunk, tapasztalunk, gyakorolunk, az egyszerűen a rend felbomlasztása, a zavar a rendetlenség, a rendetlenség pedig „valami”, nem káosz. A rendet viszont emberi kicsinységünkből tudjuk, tapasztaljuk és gyakoroljuk.

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